Estas semanas de marzo estamos abordando el estudio de las cuatro zonas en las que nos movemos para caminar hacia una felicidad consciente y plena. Hoy nos adentramos en la zona de supervivencia y la semana que viene veremos la zona de crecimiento.

Las 4 zonas de felicidad:

Las cuatro zonas de felicidad son: supervivencia, evitación, ansiedad y crecimiento. También estamos relacionando la interacción de los tres cerebros descritos por la ciencia: reptiliano, límbico y neocórtex.

Al final de esta serie de artículos se trata de que conozcamos más cómo funciona nuestro cerebro ante los estímulos externos (acontecimientos) e internos (pensamientos)

Te invito a explorar en este maravilloso campo de la neurociencia para caminar hacia el equilibrio y tu transformación. Lo maravilloso sería aprender a equilibrar qué parte de nuestro cerebro nos conviene utilizar según qué circunstancias. La mente es la que determina las respuestas de cuerpo y cerebro.

No hay cambio, sin transformación, no hay transformación, sin formación.

La zona de ansiedad

Las personas que transitan habitualmente esta zona tienen grandes planes para el futuro, pero casi no tienen emociones y experiencias positivas a diario.

Encontrarás a personas mayores, artistas y personas muy de racionamiento en esta zona, sin tener en cuenta grupos de edad u ocupación podríamos hablar de personas muy regidas por su cerebro racional.

Cada vez que las personas en la zona de evitación obtienen muchas responsabilidades, cambian a la zona de ansiedad y una vez que termina, vuelven a la zona de evitación.

Dibujo de las neuronas de nuestro cerebro de Santiago Ramón y Cajal

Te invito a reflexionar esta zona con la aludida de evitación:

Posibles razones por las que caemos en esta zona

Las creencias negativas invaden nuestros pensamientos y acciones en el día a día. La mente humana está continuamente fabricando pensamientos, la ciencia nos dice que unos 75.000-80.000 diarios. Por ejemplo, hoy está el día muy gris, déjame trabajar duro hoy para asegurarme un futuro brillante mañana.

Las metas a futuro con grandes aspiraciones marcan el transcurso de mi presente. Esto genera frustración, debido a que ponemos la expectativa muy alta y en manos de un futuro incierto.

Me auto-presiono permanentemente, me cuestiono, me juzgo, porque no soy capaz de alcanzar esa meta en el tiempo y forma que “yo” he diseñado.

No estoy a gusto con nada, porque tengo el foco en el futuro

Solo valoro mis propias acciones si van sucediendo exactamente igual que el plan que he trazado. No valoro lo que ya tengo en el presente, es más lo desprecio, porque inconscientemente creo que mis debilidades y amenazas presentes me lo van a impedir.

Como no estoy en el presente, me auto-saboteo y no pongo foco en mis fortalezas y oportunidades, que en realidad serían las que me llevaría a lograr mi objetivo. Además pierdo la capacidad de observar mis avances, que siempre los hay, porque lo que he planeado que suceda en el futuro no es real.

El neocortex o cerebro racional está formado por las partes de nuestro cerebro que gestionan la inteligencia abstracta, el lenguaje, la memoria y por supuesto el razonamiento. Es el que nos diferencia de los animales.

Es el cerebro más evolucionado y que determina la noción estándar de “inteligencia” de una personal. En esta fina capa de unos 2 milímetros y a su vez dividida en seis más, es la que te proporciona los conocimientos, los recuerdos, habilidades y experiencias acumuladas con sus 30.000 millones de neuronas.

La función del neocórtex

Te permite tener conciencia, gestionar tus emociones y desarrollar tus capacidades cognitivas (autoreflexión, automotivación, resolución de problemas, memorización, concentración, toma de decisiones…)

Los seres humanos, como hemos dicho anteriormente, tenemos este cerebro racional o neocórtex y el límbico o emocional, el que siente. En circunstancias normales estas dos facetas están equilibradas. Ya vimos que la mente emocional es mucho más rápida que la mente racional, ya que sigue una lógica asociativa y un pensamiento categórico, ambos basados en tus vivencias y creencias.

La mente racional se basa en relaciones entre causa y efecto. Se apoya en evidencias objetivas. Evalúa y re-evalúa una circunstancia concreta, cambiando conclusiones previas si lo necesita.

La conclusión a la que habrás llegado

Querido amigo, la conclusión es que, en la zona de felicidad de supervivencia, nos apoyamos en nuestro día a día en nuestra mente racional, desestimando la opinión del sistema límbico o emocional.

Muchas personas siguen haciendo malabarismos entre la zona de ansiedad y evitación. Cada vez que las personas en la zona de ansiedad obtienen muchos fracasos, muchos “noes”, cambian a la zona de evitación y una vez que se cargan de nuevas “razones” para alcanzar su futuro idealizado, vuelven a la zona de ansiedad.

Seguimos caminando juntos

Por si las dudas te puedes venir de Smile Experience conmigo:

¡Hasta la semana que viene que seguiremos analizando el resto de zonas de felicidad, solo nos quedan dos: ansiedad y crecimiento! ¡Qué la sonrisa te acompañe! #esurgentesonreír

Sobre Eva Robles

Empresaria. Periodista. Speaker. Storyteller. Writer. Locutora. Smile Coach. Promotora de récords desde 2003 con «The largest same name gathering María del Pilar in attendance» Autora libro #esurgentesonreír Un paseo por la felicidad entrenando sonrisas. Certificada como coach de felicidad con Happiitude. Advisor World Happiness Foundation. Galardonada con una Antena de Plata, Premio Empresaria ASEME, Premio Editora del Año CLABE

«Sonríe para estar bien, no sólo porque lo estés», Eva Robles