¡Hola seguidores! aquí el siguiente entrenamiento que linko a la celebración del #diamundialdelarbol. También, mis deseos de sonrisas para los que también celebran hoy el #diadelorgullo, mañana me uno a vosotros. El caso es ¡sonreír! para estar todos más sanos y abiertos a nuevas experiencias.

La de hoy es muy gratificante en todos los niveles porque nos conecta con la naturaleza, que está ahí, para servirnos. A cambio solo tenemos que protegerla y abrirnos a recibir todo su potencial energético.

Abrazar un árbol no es solo una práctica hippy, está probado por la Ciencia que tiene unos beneficios increíbles para las personas y para todo el planeta. Si no te atreves a abrazar un árbol, tan solo prueba a permanecer bajo su abrigo, cosas mágicas comenzarán a surgir en tu organismo.

Para los más escépticos en estos temas y en otros, os recomiendo el libro “Blinded by Science” (cegado por la ciencia) de Mettew Silverstone, que evidencia y confirma los beneficios que los árboles tienen sobre enfermedades mentales, como el Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD), la depresión, dolores de cabeza, etc. Otra de las maravillas que nos relata el libro, tiene que ver cómo cambia el comportamiento de los niños cuando están en contacto con las plantas y sobre todo en entornos y áreas verdes.

Tenéis un montón de estudios científicos de como los espacios naturales llenos de árboles, plantas y flores repercuten en beneficio de nuestra salud mental. Estar en un entorno natural es suficiente para sentirse “bien” y desplegar la mayor de las “sonrisas”.

Tenemos, pues, una responsabilidad muy grande de proteger la naturaleza para seguir vivos y disfrutar de sus beneficios.

¿Cómo nos afectan las vibraciones de los árboles y las plantas?

Toda materia emite una vibración, que no lo digo yo, que está probado científicamente, y estas vibraciones afectan a los comportamientos biológicos. El estar cerca de un árbol involucra entrar en su vibración y esto afecta a tu cuerpo beneficiosamente. Sería maravilloso que los médicos recetaran pasar un día en un bosque, en vez de tratamientos químicos y drogas. Y si no lo creeis, pues ¿qué perdéis intentándolo?. Aunque sea sin prescripción médica.

Podéis empezar con cosas más simples, si no os atrevéis a abrazaros a un árbol. Podéis tener plantas en vuestra casa, o lugar de trabajo. Cuando paseéis entre árboles, respirad hondo y esperar a ver que oís o sentís. Reuniros más con la family en plena naturaleza, como solíamos hacer antaño ¡esos domingo en el campo!. Probad a plantar un huerto, pequeñito aunque sea ¡qué felicidad ver los primeros tomates, probarlos y sentir que saben a tomate!. Adoptar un árbol, en vuestro parque favorito e id de vez en cuando a contarle vuestro problemas, ¡seguro que se evaporan entre sus ramas!.

Pero en realidad os digo ¡no tengáis ni miedo, ni vergüenza! Abrazar un árbol, es una sensación maravillosa. ¡Probadla! ¿Qué puede pasar? Además, es gratis.

Prácticas ancestrales relacionadas con los árboles

Los japoneses practican el “forest bathing” (baños de bosque), que consiste en absorber las sabiduría ancestral de los árboles centenarios, paseando y conversando entre ellos.

El maestro taoísta Mantak Chia enseña a sus estudiantes a realizar sus prácticas de meditación bajo árboles, en la creencia que absorben las energías negativas, así llega solo lo positivo. En su método “Cosmic Tree Healing Qigong” (la cura cósmica de los árboles) el maestro Chia enseña cómo alinear nuestra “aura” (campo energético) con un árbol. Afirma que, de esta manera al conectar con la energía del árbol, su vibración saca nuestros pensamientos negativos convirtiéndolos en positivos, facilitando así nuestro bienestar físico y emocional.

El Taoísmo cree que los árboles al estar en contacto con la tierra por la raíz y sus ramas mirando al cielo consiguen conectar perfectamente con la energía. Un taoísta siempre tiene presente los árboles en sus meditaciones.

En Italia nos encontramos con Damanhur, un laboratorio que está estudiando las energías vibratorias de los árboles desde 1976. Han creado un coro de árboles que cantan, capturando con equipos de radiofrecuencia sus vibraciones electromagnéticas. Pero, esta es una historia que me reservo para el siguiente entrenamiento.

¡Feliz sonrisa entre árboles! Os dejo el enlace al video homenaje en Youtube en el #diamundialdelarbol

vuestra entrenadora de sonrisas os agradece por sonreír

Eva Robles
Entrenadora de Sonrisas
Tel. 656 191 870
mail. entrenadoradesonrisas@gmail.com

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